El misterio de la batería de Bagdad

La historia de la humanidad está llena de misterios y enigmas, algunos de los cuales ya han sido resueltos, pero muchos aún no han sido comprendidos ni descifrados. El misterio de la batería de Bagdad entra en la segunda categoría...

En 1936, durante unas excavaciones arqueológicas en Quyut Rabbua, cerca de Bagdad, se encontró un extraño objeto que se remonta a la civilización parta que existía en el siglo II a.C. El objeto consiste en una concha de arcilla amarilla con forma de jarrón alargado, del tamaño de una palma. En el interior de la vasija, sujeta por una tapa, hay un pequeño cilindro de cobre de 9 cm de largo y 26 mm de ancho, además, en su interior, también sujeto por una tapa, hay una varilla de hierro. Wilhelm König, entonces director del Museo Iraquí de Bagdad, observó similitudes con los recipientes de papiro encontrados en Seleucia. Su parecido externo con una pila de carbono-zinc (pilas comunes de "linterna") llevó a König a especular que podría ser un generador galvánico.

No es fácil demostrar o refutar la hipótesis de que se trata efectivamente de una batería. En efecto, este objeto, como cualquier otro compuesto por dos metales diferentes, puede funcionar como una pila elemental si se sumerge en una solución ácida. En las pruebas, sin embargo, resulta que la corriente generada es mínima. No es fácil obtener electricidad de una fuerza razonable y hacer que una pila funcione durante más de unos minutos si sólo se utilizan dos metales, el cobre y el hierro, y si no hay ácidos modernos, que apenas se conocían en la época... Aunque .... esto, de nuevo, es sólo una suposición. Se basa en el hecho de que lo que conocen los científicos modernos no estaba al alcance de los inventores del pasado.

En una pila, la electricidad se genera por dos reacciones diferentes que se producen cerca de los dos electrodos, entre ellos y ciertas sustancias (electrolitos) disueltas en el líquido en el que están sumergidos. Se han sugerido diferentes tipos de electrolitos, basados en sustancias conocidas en el momento de la creación de la "batería". Si se utiliza agua acidificada o salada, sólo actúa como conductor, permitiendo que se produzcan las reacciones: Fe-> Fe2+ + 2 e- O2 + 2 H2O + 4 e- -> 4 OH-

La segunda reacción tiene lugar con el oxígeno disuelto en el agua. Por lo tanto, en este caso, la forma sellada de la "pila" es una elección desafortunada, ya que el oxígeno necesario es difícil de disolver en el agua, una rejilla metálica colocada directamente bajo la superficie en la piscina habría funcionado mucho mejor. Como el objeto encontrado por König era un cilindro sellado, sólo podía funcionar durante unos minutos, candidatos más prometedores para una "batería prehistórica" son objetos similares encontrados en Seleucia.

Gray probó a utilizar sulfato de cobre y funcionó, pero de nuevo sólo durante un corto periodo de tiempo antes de que el electrodo de hierro se cubriera de cobre. Jansen et al. utilizaron benzoquinona, una sustancia presente en las secreciones de algunos milpiés, mezclada con vinagre. Todos estos procesos funcionan muy mal porque la batería Bagdad carece de un mecanismo (como un tabique poroso o una gelatina) que separe los electrolitos que reaccionan con los dos electrodos. No obstante, existe una remota posibilidad de que este objeto fuera realmente una pila elemental, y no está más allá de las capacidades técnicas de la época.

Puedes intentar hacer una "batería de Bagdad" en casa. Todo lo que necesitas es un trozo de hierro, algunos residuos eléctricos, un vaso de vinagre (o solución de sulfato de cobre) y un comprobador electrónico para aficionados. Conecta el trozo de hierro al cable y sumérgelo en la solución. Como electrodo de cobre se puede utilizar un segundo cable, pelado a una longitud de unos pocos centímetros. Podrás comprobar por ti mismo que aunque la tensión producida puede alcanzar un voltio, la corriente es muy pequeña, no más de unos pocos miliamperios. También puedes divertirte experimentando con todo tipo de sustancias como electrolitos.

El misterio de la batería de Bagdad - desenmascaramiento

Según los defensores de la teoría, la batería podría utilizarse para producir galvanoplastia de oro o incluso objetos galvánicos. Si una batería no produce suficiente corriente o tensión, basta con poner varias en paralelo o en serie. Pero no tenemos pruebas arqueológicas de objetos galvanizados y ningún artefacto conocido demuestra que se dorara con técnicas galvánicas.

En apoyo de esta hipótesis, Koenig cita el hecho de que entre los artesanos de Bagdad se utiliza hoy en día la técnica de la galvanoplastia, en la que el objeto a dorar se sumerge en una solución de sales de oro cianuradas en un recipiente poroso sumergido, a su vez, en una solución salina. La corriente necesaria se produce por la oxidación de un trozo de zinc sumergido en agua salada y conectado eléctricamente con el objeto que se quiere dorar. Este método, sin embargo, es muy similar al proceso patentado el siglo pasado en Inglaterra, del que probablemente sea una adaptación, y contiene importantes diferencias respecto a la "pila": el zinc, mucho más fácilmente oxidable que el hierro, un tabique poroso entre los dos electrolitos, el uso de sales de cianuro, desconocidas en la época.

Por otro lado, hay muchos indicios que llevan a pensar en este objeto como un contenedor de pergaminos sagrados utilizados con fines mágicos o propiciatorios. Se utilizaban diversos metales para representar a las deidades y existen paralelismos con recipientes similares utilizados con este fin. No se encontraron cables metálicos ni otros indicios de su uso "eléctrico" cerca de él, en particular no se encontró ningún cable, como se representa en la mayoría de las representaciones de este objeto, que hubiera sido necesario para conectar eléctricamente el cilindro de cobre.

Pero incluso si la hipótesis de la "batería" es correcta, si los persas crearon un generador rudimentario, habría sido uno más de esos prometedores descubrimientos que se perdieron en el tiempo y nadie llegó a aprovechar su enorme potencial. No es necesario invocar la misteriosa influencia de los atlantes o de los extraterrestres: si realmente hubieran querido enseñar a nuestros antepasados a crear pilas, podrían haber proporcionado un método menos primitivo e ineficiente que éste.