La historia de Marina Abramović y Frank Uwe Lysispen

La historia de Marina Abramovic y Frank Uwe Laysiepen

La vida a veces da más vueltas que cualquier dramaturgo y la historia de Marina Abramovic y Frank Uwe Laysiepen es una viva confirmación de ello. En 2010, la artista organizó la performance "Eyes - Mirror of the Soul" (Ojos, espejo del alma) en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. La idea de la actuación era que Marina compartiera un momento de silencio con cualquier persona sentada frente a ella mientras la miraba a los ojos. Durante toda la representación (que duró más de 716 horas), el artista miró a los ojos a 1.500 visitantes. Y entonces un hombre al que no había visto en más de 30 años se sentó en la silla frente a ella...

En abril de 1988, Marina Abramovic y Ulay (Frank Uwe Laysiepen) escenificaron Lovers, una de las obras más épicas de la historia del arte de la performance. Situados en extremos opuestos de la Gran Muralla China, la famosa pareja de creativos se propuso recorrer unos 5.995 kilómetros de la muralla y encontrarse en Erlang Sheng, Shenmu, un templo budista de la provincia de Shaanxi, donde iban a contraer matrimonio. Pero las cosas no salieron como habían planeado.

Eligieron la Muralla porque es la única creación hecha por el hombre visible desde el espacio, y se dieron cuenta de que esta escala y alcance la convertían en el lugar ideal para crear una obra de arte. Se tardó ocho años en conseguir el permiso; el gobierno chino era muy reacio a que los extranjeros fueran los primeros en pasar la Muralla. Durante el periodo de espera, su relación se deterioró. Pero aun así, no renunciaron a la idea.

Su grandioso gesto romántico demostró lo dura que se había vuelto su relación cuando Abramović comenzó a vadear los montones de escombros del muro. La acompañaba un intérprete que había sido enviado con ella como castigo por crear un libro de fotos clandestino sobre bailarines de breakdance estadounidenses. Durante los dos primeros meses apenas hablaron, mientras pueblos enteros salían a ver a una mujer que caminaba sola por el Muro.

La historia de Marina Abramovic y Frank Uwe Laysiepen
Pieza de performance "Relaciones en el tiempo" (1977)

El 27 de junio, Marina y Ulai se reunieron por fin. Y entonces soltó la terrible noticia. "Me dijo que su intérprete está embarazada de él. Me preguntó qué hacer. Le dije que debería casarse con ella", dijo Maria Abramovic a The Art Newspaper. Se abrazaron y se despidieron.

"Era muy difícil para ella seguir sola. Para mí era impensable seguir sola en absoluto", dijo Ulay a Christian Lund para la película de 2017 La historia de Marina Abramovic y Ulay. "Si el amor se rompe, se convierte en odio. Ella me odiaba".

Llevaban más de 30 años sin hablar cuando Frank apareció por sorpresa en The Artist Is Present, la actuación de Abramović en 2010 en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Durante dos meses y medio, Abramović se sentó en una mesa, invitando al público a ocupar una silla enfrente y a entablar una conversación silenciosa ante el público en directo.

La historia de Marina Abramović y Frank Uwe Laysiepen. Reunión

Estos encuentros abrieron esferas de espacio emocional, psicológico, fisiológico y espiritual, y cada encuentro representó un intercambio no verbal de curiosidad, sentimiento y comprensión. Cuando apareció Frank Uwe Laysiepen, Abramović puso cara de asombro y luego sonrió con modestia. Él negó con la cabeza y a ella se le llenaron los ojos de lágrimas. Durante su breve encuentro habían compartido tantas cosas sin pronunciar palabra, que la intensidad de su pasado abrazó el presente y se desbordó hacia el futuro.

Al final de su reunión, Marina extendió sus brazos a través de la mesa hacia Ulai, que los apretó y se inclinó hacia delante para decir unas palabras que nadie pudo oír. El público estalló en aplausos, completamente abrumado por la intensidad del momento. A continuación, Frank se marchó y apareció otro espectador mientras Abramović se esforzaba por recuperar el sentido común y seguir hablando.

Su reencuentro no fue fácil: Ulay, que dejó el mundo del arte tras romper su relación en 1988, demandó a Marina en 2015 y ganó; la sentencia establecía que Abramović debía pagar a Ulay 250.000 euros en concepto de derechos de autor. No fue hasta 2017 cuando finalmente se reconciliaron, produciendo una película que detalla la historia de dos artistas enamorados que lo dieron todo el uno al otro... hasta que no quedó nada. Y en marzo de 2020, uno de los personajes de la historia falleció Frank Uwe Laysiepen.

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