Las cuevas de cristal de la mina Naica

La Cueva de los Cristales o Cueva de los Cristales Gigantes se encuentra en México, cerca de la localidad de Naica, Chihuahua, y es una cueva conocida por la presencia de enormes cristales de selenita. Este singular yacimiento, que se ha convertido en objeto de interés para investigadores, geólogos, mineralogistas y simples aficionados, se encuentra en las profundidades del desierto mexicano de Chihuahua, cerca de la frontera con los Estados Unidos de América.

La singularidad de la cueva reside en la presencia de enormes cristales prismáticos -algunos de los más grandes- de hasta 11 m de altura, que cubren las paredes de la cavidad. Están formados por selenita, un tipo especial de yeso (sulfato de calcio hidratado de composición CaSO4-2 H2O) de color grisáceo, a veces transparente; con algo de imaginación, puede asemejarse al color de la luna: no en vano se le llama "piedra lunar" o lapis specularis.

Las cuevas de cristal de la mina Naica y sus secretos

Las cavernas de cristal de la mina Naica almacenan las mayores formaciones de cristal jamás encontradas en la Tierra, algunas de las cuales pesan hasta 55 toneladas. Pueden alcanzar los 15 metros de longitud y los 2 metros de diámetro y se almacenan en un entorno extremo, donde las temperaturas oscilan entre los 48 y los 60° C y la humedad es de casi el 100%. Un lugar infernal donde los humanos sólo pueden sobrevivir unos minutos. Los científicos que realizan trabajos de investigación en el interior de la cavidad tienen que llevar trajes especiales "climatizados", provistos de respiradores muy similares a los que se utilizan en el espacio.

El lugar era conocido originalmente por sus yacimientos de plata, zinc y plomo, sobre los que se construyó la mina, la mina Naica, pero los descubrimientos pronto hicieron que se convirtiera en uno de los yacimientos mineralógicos más famosos del mundo. En efecto, en las proximidades de la mina, el subsuelo está dividido en varias cavidades que ocultan varios yacimientos de yeso.

El primer descubrimiento se remonta a 1910, cuando se descubrió la "Cueva de las Espadas", que tiene unos 120 m de profundidad y contiene cristales de selenita de más de 2 m de largo. Las excavaciones continuaron hasta el año 2000, cuando se descubrió una segunda cámara más grande, llamada Cueva de los Cristales, a unos 300 m de profundidad y que contiene cristales de selenita aún mayores. Para preservar la belleza que contiene, el acceso quedó restringido a un grupo de investigadores designados para realizar algunos análisis geológicos, mineralógicos y biológicos (para comprobar la presencia de formas de vida).

Durante muchos años, la cueva de Naica fue considerada un enigma científico, hasta que Juan Manuel García-Ruiz, científico de la Universidad de Granada, desentrañó sus orígenes. Según los cálculos del científico, estas estructuras se formaron debido a un periodo de tiempo muy largo durante el cual, el material cristalizó, y en un artículo publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, afirmó: "El crecimiento es tan lento que hasta ahora era casi imposible medirlo. Hemos tenido éxito en esta investigación porque hemos desarrollado un microscopio junto con la Universidad de Sendai (Japón). Este dispositivo nos ha permitido estimar que algunos cristales han crecido en aproximadamente un millón de años."

¿Cómo surgieron los cristales de las cuevas de la mina Naica?

La formación de cristales de yeso comenzó probablemente hace 26 millones de años, cuando la actividad hidrotermal en el monte Naica creó cavidades llenas de anhidrita, un mineral químicamente similar al yeso pero sin agua y estable a temperaturas superiores a 58°C. Cuando la cámara magmática se enfrió, la temperatura en las profundidades descendió por debajo de 58°C y el agua de las cuevas pudo disolver la anhidrita y enriquecerla con iones de sulfato y calcio. A lo largo de millones de años, el sulfato y el calcio precipitaron, dando lugar a los enormes cristales de selenita que hoy podemos admirar.

El tamaño de los minerales está relacionado con la temperatura constante en el momento de su formación: la ausencia de cambios de temperatura contribuyó al crecimiento extremadamente abundante; por el contrario, si la temperatura hubiera descendido rápidamente, se habrían formado cristales más pequeños. Dado que las temperaturas tienden a aumentar con la profundidad, no se puede descartar la presencia de otras cuevas ocultas, aún más profundas, con cristales aún mayores que los encontrados hasta ahora.

Hoy en día, los expertos solo tienen que visitar la cueva durante el bombeo de agua por parte de la empresa minera que está drenando la mina. En 2015, las obras se detuvieron, lo que permitió que el agua volviera a llenar la cavidad y los cristales volvieran a estar bajo el agua. Un estudio reciente realizado en 2020 descubrió que el daño antropogénico más importante a los cristales fue causado por la extracción de agua de las cuevas.

¿Hay vida en las cavernas de la mina Naica?

Una investigación reciente dirigida por Penelope Boston, directora del Instituto de Astrobiología de la NASA y presentada en la reunión anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, ha descubierto también algunos microbios. Se trata de bacterias especiales que se alimentan de hierro, azufre y otras sustancias químicas, capaces de vivir en condiciones ambientales extremas, formas de vida bacteriana que llevan atrapadas en el interior de estos cristales gigantes al menos 50.000 años. Un descubrimiento increíble que nos hace preguntarnos por la capacidad de la vida para adaptarse a las condiciones ambientales más duras. La Cueva de los Cristales de Naica no es, desde luego, un destino turístico, pero su belleza, aún envuelta en el misterio, puede hacernos comprender cuántos lugares ocultos nos quedan por explorar para comprender la plenitud y la infinita perfección de nuestro mundo.