¿Por qué estamos dormidos?

¿Por qué estamos dormidos?

Los científicos aún no están seguros - ¿Por qué dormimos? Pero ya han salido a la luz algunos hechos que levantan el velo sobre este misterio. El que duerme... se recupera: aquí está todo lo que siempre quiso saber sobre el sueño, desde sus etapas hasta las teorías sobre sus funciones básicas
Pasamos un tercio de nuestra vida dormidos: 24 años con los ojos cerrados, sin hacer nada. Desde el punto de vista evolutivo, no parece una estrategia muy inteligente: mientras que los animales son vulnerables a los depredadores mientras duermen, no hay ningún ser vivo que pueda prescindir del descanso. El sueño debe servir para algo, pero ¿qué es exactamente?

El sueño es un "limpiador" nocturno y algunos creen que el sistema de limpieza del LCR (líquido del sistema nervioso central), que limpia el cerebro de las toxinas acumuladas durante el día, es especialmente eficaz durante el sueño. Si no se eliminan adecuadamente, estas sustancias se acumulan y pueden contribuir a enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. Esta "limpieza de primavera" preventiva funciona mejor cuando el cerebro no está ocupado con actividades diurnas.

Otra teoría popular afirma que el sueño sirve para consolidar la memoria, es decir, para afianzar los conceptos más importantes que hemos aprendido durante el día y desechar los innecesarios. En otras palabras, el sueño favorece la memoria y estimula el pensamiento creativo: por un lado, reorganiza la información analizada por el cerebro en categorías separadas y, por otro, crea nuevas conexiones entre los nuevos conceptos y los ya aprendidos. Por eso una buena noche de sueño nos recuerda palabras que habíamos olvidado la noche anterior, o por eso nos despertamos inspirados por una idea brillante.

Sueño reparador

Por último, hay quienes creen que mientras duerme, el cuerpo produce sustancias muy importantes para él, como las hormonas del crecimiento y ciertas proteínas que sirven para la reparación de los tejidos. El hecho es que cuando, por la razón que sea, una persona no duerme lo suficiente, las consecuencias no duran mucho.

Una noche sin dormir es suficiente para sentir los primeros efectos negativos sobre el estado de ánimo y la capacidad de concentración. Si la falta de sueño aumenta, se ven afectados el lenguaje, la memoria, el sentido del tiempo, la capacidad de planificar y hacer juicios, y los reflejos en respuesta a situaciones rápidamente cambiantes. Después de 17 horas sin dormir, se produce una disminución de la capacidad cognitiva similar a la observada después de dos grandes vasos de vino.

La privación crónica del sueño puede contribuir a los problemas cardiovasculares, la obesidad, la diabetes y algunos cánceres. El problema no sólo radica en la cantidad de sueño, sino también en la regularidad de los ritmos de sueño-vigilia dictados por el reloj biológico: incluso aquellos que se ven obligados a trabajar de noche y a dormir de forma intermitente pueden informar de efectos negativos para la salud.

El sueño y cómo se duerme

La necesidad de dormir después de pasar muchas horas despierto es lo que los científicos llaman presión homeostática del sueño. Otro mecanismo que nos hace querer ir a la cama es la llegada de la noche: nuestros ritmos circadianos hacen que nos sintamos más cansados a medida que cae la oscuridad. El sueño consiste en ciclos repetitivos de unos 90 minutos y se divide en dos macrocategorías: sueño REM y sueño no REM. El sueño no-REM, en cambio, se divide en cuatro etapas. La primera es el sueño ligero, cuando nos quedamos dormidos y estamos en un estado de semi-sueño. Los músculos comienzan a relajarse y a veces se "contraen bruscamente"; nos despertamos fácilmente al primer ruido. Después de 10 minutos, comienza la verdadera etapa del sueño, cuando los latidos del corazón y la respiración se ralentizan.

A continuación, pasamos a las fases tres y cuatro, el sueño profundo o de ondas lentas (según el tipo de actividad eléctrica que produce el cerebro). Esta es la etapa más tranquila, durante la cual la respiración y los latidos del corazón alcanzan el ritmo más relajado. Los músculos se mueven muy ligeramente y si se despierta durante este tiempo, se siente desorientado durante varios minutos.

Estas etapas se intercalan con fases de sueño REM (de Rapid Eye Movement), que se reconocen por los rápidos movimientos de nuestros ojos cerrados. La fase REM se produce de tres a cinco veces por noche y se caracteriza por una intensa actividad cerebral. La mayoría de los sueños se producen durante esta fase, en la que nuestro ritmo cardíaco y nuestra presión arterial son elevados, pero nuestro cuerpo está prácticamente paralizado: una forma de protección que nos impide movernos como lo hacemos en el sueño que estamos soñando.

¿Por qué dormimos y cuánto debemos dormir?

En general, el sueño es un proceso muy activo en el que el cerebro descansa, y el gasto calórico también es importante: la cantidad de energía que ahorramos durmiendo ocho horas equivale a 50 kcal, ¡casi unas cuantas tostadas! Un adulto necesita una media de 7-8 horas de sueño para llevar una vida sana. Los niños en edad escolar necesitan entre 9 y 11 horas, y los adolescentes entre 8 y 10 horas por noche.

A medida que envejecemos, dormimos menos, posiblemente debido a la reducción del número de células cerebrales que "indican" al cerebro cuándo debe dormir. La calidad del sueño nocturno también disminuye con la edad, por lo que las personas mayores suelen sentir la necesidad de recuperar las siestas de la tarde. La genética también influye a la hora de determinar cuántas horas de sueño necesitamos: algunas personas no se sienten descansadas con menos de ocho horas por noche, mientras que las que se levantan con seis y media ya se sienten con energía.

Los que tienen dificultades para conciliar el sueño pueden probar unos sencillos pasos. La principal es evitar el uso del smartphone poco antes de acostarse: la luz azul de los dispositivos electrónicos suprime la producción de melatonina (la hormona del sueño). Incluso los deportes extenuantes que se practican a última hora de la noche pueden impedirle conciliar el sueño: es mejor planificarlos antes de la cena y dedicarse después a actividades más tranquilas.

Sueños
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Furia

Un sueño es como otra realidad, como otra vida. A veces, cuando te despiertas, tardas en darte cuenta de que sólo era un sueño... Hay tantas cosas interesantes y misteriosas, incluso en nuestras vidas ordinarias.

Rise

Говорят что сны, это окно в другую реальность, в другие варианты нашей жизни. Звучит конечно фантастично, но ведь до сих пор никто так и не разобрался в том – что такое сны?