La estructura del ojo humano

La estructura del ojo humano. La estructura de nuestros ojos.

De los cinco sentidos, la vista es el más importante. Por eso la estructura del ojo humano es la más compleja. De hecho, es lo que vemos lo que sustenta la mayoría de nuestros movimientos y acciones conscientes, y no es casualidad que las partes del cerebro dedicadas a la vista sean mucho mayores que las dedicadas a los demás sentidos. Veamos cómo funciona.
La visión es tan importante que, en el curso de la evolución, los humanos han perdido algunos genes para percibir olores, intercambiándolos por otros que hacen que la visión sea más eficaz y precisa.

El bebé nace casi ciego, y sólo al cabo de unas semanas experimenta gradualmente la formación de los sentidos que le permitirán percibir el mundo que le rodea. Reconoce los contornos de las formas, luego sigue un objeto en movimiento, pero hasta los 8 meses no tiene pleno control de los músculos que mueven los ojos. El reconocimiento de los colores no será completo hasta los tres años.

La estructura del ojo humano
La estructura del ojo humano

El asombroso funcionamiento de nuestra vista

Cuando un bebé tiene pocas semanas de vida, rara vez puede enfocar algún objeto, y una de las primeras imágenes que llegan con claridad a sus ojos es el rostro de su madre amamantándole.

El viaje que hace una imagen antes de que podamos verla se parece a un tiovivo: entra en el ojo, luego da la vuelta, se desintegra en mil pedazos y finalmente entra en el cerebro, donde las células y las neuronas la vuelven a montar como un complejo rompecabezas. Veamos cómo...

Todo lo que vemos nace de los rayos de luz que entran en el ojo, atraviesan la córnea y el cristalino y llegan a la retina. ¡Desglosemos este proceso punto por punto para entender mejor la visión humana!

La estructura del ojo humano y sus características

CORNEA

Se trata de la parte externa del ojo, una membrana transparente que se oxigena al contacto con el aire y está protegida por las lágrimas. Aquí es donde la imagen obtiene su primer enfoque.

LA PUPILLA

El punto negro del centro del ojo, funciona como el iris de una cámara: junto con el iris (el círculo de color que lo rodea) se dilata para dejar pasar más luz en situaciones oscuras, y se estrecha si hay demasiada luz.

EL CRISTALINO

A continuación, la imagen entra en el cristalino, que se asemeja a una lente real y es capaz de modificar su curvatura gracias a los músculos ciliares, cambiando así su enfoque en función de la distancia al objeto en cuestión: cuanto más cerca esté el objeto que miramos, mayor será el esfuerzo que realice el cristalino.

Por eso, por ejemplo, pasar demasiado tiempo delante de un ordenador puede provocar miopía y obligarnos a llevar gafas.

LA RETINA

Es en la retina, la membrana sensible situada en la parte posterior del ojo, donde se forma la imagen tal y como la vemos tras ser invertida por el cristalino. La retina está formada por conos y bastones, millones de células que transforman los estímulos luminosos en señales nerviosas. Son los conos los que nos permiten ver una imagen con claridad y percibir sus colores.

Las varillas, por su parte, realizan una función auxiliar, corrigiendo la imagen en condiciones de poca luz, por ejemplo en una habitación oscura o cuando caminamos por una calle poco iluminada al atardecer.

NERVIO ÓPTICO

Tras descodificarse en la retina, la imagen llega al nervio óptico, que utiliza neuronas para transmitir estímulos a una zona del cerebro llamada diencéfalo. Aquí, los estímulos se distribuyen a distintas zonas del córtex, donde una de ellas, llamada área 17, constituye la etapa final de la visión: está situada en el lóbulo occipital, en la parte posterior de la cabeza.

PARPADOS

Es vital que la superficie frontal del globo ocular, la córnea, permanezca húmeda. Esto se consigue gracias a los párpados, que limpian regularmente las secreciones del sistema lagrimal y otras glándulas sobre la superficie mientras se está despierto, y durante el sueño cubren el ojo y evitan la evaporación. Los párpados tienen la función adicional de evitar lesiones por cuerpos extraños mediante el reflejo del parpadeo. Los párpados son pliegues de tejido que cubren la parte anterior de la órbita y, cuando el ojo está abierto, dejan una abertura en forma de almendra.

Las puntas de la abertura en forma de almendra se denominan cantos; el punto más cercano a la nariz es el canto interno y el otro es el canto externo. El párpado puede dividirse en cuatro capas: (1) la piel, que contiene las glándulas que se extienden hasta la superficie del borde del párpado, y las pestañas; (2) la capa muscular, que contiene principalmente el músculo circular responsable del cierre del párpado; (3) la capa fibrosa que da estabilidad mecánica al párpado; sus partes principales son las placas tarsianas, que limitan directamente con la abertura entre los párpados, llamada abertura palpebral; y (4) la capa más interna del párpado, parte de la conjuntiva. La conjuntiva es la membrana mucosa que sirve para anclar el globo ocular a la órbita y los párpados, pero permite un grado significativo de rotación del globo ocular en la órbita.

Por supuesto, lo que aquí se describe es muy escasa información, en realidad es mucho más complicado y a veces parece que el dispositivo de nuestra visión es sólo un milagro. Y es un milagro que utilizamos cada fracción de segundo de nuestras vidas.

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