Galileo Galilei. "¡Y Pur se mueve!"

Galileo Galilei. Hoy vamos a hablar de un gran científico del pasado lejano que empujó a la humanidad a cuestionar el universo y sus misterios. ¡Y el que revolucionó la ciencia!
Cuando levantamos los ojos al cielo estrellado, más o menos, sabemos lo que estamos mirando: las estrellas, los planetas y otros cuerpos celestes, son hechos establecidos sobre los que en términos generales todo el mundo está familiarizado. Por supuesto, el universo sigue siendo muy misterioso, pero al menos entendemos a qué nos enfrentamos. De hecho, gran parte de todos los conocimientos son el resultado de las investigaciones de científicos del pasado lejano. Desafiaron las creencias de su época analizando racionalmente los fenómenos naturales, impulsados por una curiosidad insaciable y un deseo de descubrir los misterios del mundo. Galileo Galilei es uno de esos pioneros de la física y la astronomía.

Galileo nació en Pisa (actual Italia) el 15 de febrero de 1564 y creció en el seno de una familia aristocrática pero con problemas económicos. Todo su entorno era culto y educado (el padre de Galileo, por ejemplo, era músico e hizo todo lo posible por dar a su hijo una educación decente), pero las inclinaciones del muchacho se consideraban demasiado teóricas, lo que significaba que, desde un punto de vista práctico, las actividades del muchacho no servían para nada. Especialmente para una familia que estaba en extrema necesidad de dinero.

Sin embargo, a lo largo de su vida Galileo Galilei nunca abandonó sus estudios, pero consiguió alcanzar cierto éxito con sus inventos, que le reportaron fama y ganancias. Creó una serie de instrumentos de medición científicos, especialmente una brújula geométrica para fines militares y un sofisticado termoscopio.

¿POR QUÉ SE CONSIDERA A GALILEO GALILEI UN CIENTÍFICO TAN IMPORTANTE? Sus inventos...

El invento más importante atribuido a Galileo fue el telescopio. Sin embargo, el telescopio, un invento innegablemente innovador, ya era conocido. Unos años antes, unos ópticos holandeses habían desarrollado un dispositivo similar. ¿Dónde está, entonces, la ingeniosa contribución de Galileo? Su mérito es apuntar al cielo con este "cristal de cañón", como se le llamaba en aquella época. Sí, sí, no te rías, puede parecerte poca cosa... Pero para aquella época, era una hazaña.

Este gesto, sencillo pero revolucionario, rompió con siglos de investigación tradicional basada únicamente en observaciones del movimiento de las estrellas y cálculos teóricos. Con ello, Galileo inauguró el método científico moderno, en el que, además de la observación cualitativa de los fenómenos, se añaden experimentos que ponen a prueba las creencias humanas más comunes para confirmarlas o refutarlas.

A partir de entonces, la ciencia ya no se contentó con conocer la realidad sólo a través de la experiencia directa de la vida cotidiana o de los conocimientos tradicionales, sino que estudió los fenómenos más cotidianos, como la caída de los cuerpos, mediante el ensayo y la experimentación, con el fin de captar su naturaleza más íntima.

Galileo desmintió esencialmente la antigua costumbre de justificar la caída de un cuerpo por su propio peso demostrando que, en el vacío, una bala de cañón y una pluma, lanzadas desde la misma altura y al mismo tiempo, caerían y tocarían el suelo simultáneamente.

¿No te lo crees? ¿No crees que sea posible? Pues este vídeo es para ti... ¿No es un milagro?

Utilizando el mismo método de cálculo, observación y experimentación, Galileo estudió las manchas solares, los cráteres de la Luna y la distancia entre las estrellas (antes se suponía que todos estos objetos estaban igualmente alejados de la Tierra).
Sin embargo, la contribución más significativa a la ciencia fue que demostró exactamente lo que Nicolás Copérnico había sostenido muchos años antes: que el sol es inmóvil y los planetas (por tanto, la Tierra) giran a su alrededor.

UN ERUDITO Y LA IGLESIA. “И всё таки она вертится!”

Esta teoría heliocéntrica (del griego elios 'sol') desafiaba un importante dogma de la iglesia, que en aquella época controlaba todas las áreas del conocimiento y la vida cotidiana. Según la Biblia, la tierra estaba inmóvil y el sol giraba a su alrededor.

La teoría de Galileo Galilei y el propio método científico eran para el clero una afrenta a las leyes establecidas por Dios, pues cuestionaban asuntos de "competencia divina" que el hombre mortal no podía ni debía entender.

Los tribunales de la Inquisición (órgano eclesiástico que condenaba los comportamientos no acordes con el cristianismo) obligaron al pobre Galileo a retractarse, es decir, a negar sus teorías. Galileo, para salvar su vida, se retractó de sus creencias.

Según la leyenda (que nunca se ha confirmado), al salir del tribunal, el erudito, contemplando la teoría a la que acababa de renunciar, pronunció la famosa frase: "¡Y Pur se mueve!", demostrando así que el inquisidor había quebrado al hombre, pero no al erudito.

Condenado a cadena perpetua en su finca, Galileo Galilei se vio obligado a revisar sus obras (la más importante de las cuales fue su Diálogo sobre los dos principales sistemas mundiales), pero su método ya había dado lugar a un nuevo enfoque de la naturaleza y física, cambió el mundo para siempre.